Generalmente le pedimos a Dios entender lo espiritual para poder ver, comprender y movernos ahí. Sin embargo ¡eso debe ser totalmente al revés!
Se nos dice que nos hemos acercado al monte Sión, que representa lo eterno, el nuevo pacto, donde opera el nuevo hombre. Debemos notar que se nos habla en pasado, ya estamos ahí, ya hemos sido sentados en los lugares celestiales, debemos creernos, sabernos, vernos en esa posición, en ese lugar, y pedirle al Señor que por su Espíritu podamos manejarnos sabiamente en lo natural.
Notar los verbos y el contraste entre lo palpable, lo natural; y lo espiritual, mucho más glorioso.
Heb 12.18 Ustedes no se han acercado a una montaña que se pueda tocar… NTV
Vivimos en lo “palpable” lo que se puede tocar, sin embargo la palabra nos desafía a vivir en el espíritu, en lo que no se ve, y desde allí gobernar nuestras vidas y circunstancias.
Ef 2.6-7 …nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia…
2 Cor 4.17-18 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Heb 12.22 ustedes han llegado al monte Sión, a la ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, y a incontables miles de ángeles que se han reunido llenos de gozo. Ustedes han llegado a la congregación de los primogénitos de Dios, cuyos nombres están escritos en el cielo
Es al revés
No debemos vivir desde abajo, desde lo natural tratando de aprender lo de arriba, lo celestial, sino desde la posición en la que hemos sido puestos (pasado) vivir y actuar en esta tierra temporal.
Pero, si no sabemos como movernos en lo espiritual, ¿Cómo podríamos vivir y manejarnos desde arriba, desde lo espiritual?
La respuesta es: Dependencia total del Espíritu Santo, por eso Jesús les dijo que esperaran a ser revestidos de poder de lo alto, es decir, la llegada concreta, como promesa, como inicio del nuevo pacto, del Espíritu Santo.
Lc 24.49 …quédense aquí en la ciudad hasta que el Espíritu Santo venga y los llene con poder del cielo
Después; en uno de los momentos difíciles de la iglesia, Juan no se desespera, confía en “la unción”, en el único y verdadero propósito de esta, de hecho los apóstoles no vuelven a hablar nunca más de “unción” en el nuevo pacto, de la manera que ocurría en el antiguo. Ahora es mucho más gloriosa, porque está en todos y no solo es para una función sino que “nos enseña todas las cosas”. Nos revela a Cristo.
1 Jn 2.20. Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
1 Jn 2.27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.
Unción = Espíritu Santo
Juan solo recordaba lo que el Señor les había dicho
Jn 14.27 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho
Estamos para mostrar las riquezas de su gracia
Pero para poder hacerlo tenemos que estar sentados, reposar, descansar en esos “lugares celestiales” primero. Luego, al obedecer, no confiar en nuestras buenas ideas, y obtener la guía del Espíritu, estar unidos a la vid, podremos llevar fruto. no hay otro camino.